jueves, 17 de marzo de 2011

LA BONDAD


Bondad

Calidad de bueno. Excelencia, realce. Natural inclinación a hacer el bien. Ación buena. Blandura y apacibilidad de genio. Amabilidad de una persona respecto a otra.

Fuente: Diccionario escencial de la Lengua Española Larousse

Material para pensar

Bondad. Natural inclinación a hacer el bien. Compasión. Sentimiento de conmiseración y lástima que se tiene hacia quienes sufren penalidades o desgracias. Compromiso. Obligación contraída, palabra dada. Solidaridad. Adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros. Comprensión. Actitud tolerante para entender a los demás.

En el mundo que te rodea, en tu entorno humano, has tenido ocasiones de alegría que compartiste y celebraste: un logro personal, o el de una persona cercana a ti (tus padres, tus hermanos, tus amigos), una improvisada reunión en tu casa o un divertido juego en la escuela. Pero también has conocido circunstancias tristes que quizá te ocurrieron a ti o a alguien cercano. Puede tratarse de asuntos muy sencillos (el fracaso en una competencia) o de otros mucho más importantes: la enfermedad, la necesidad extrema, la pérdida de las ilusiones. Cuando viste que alguien lloraba, te acercaste para preguntarle “¿qué te pasa?” y le ofreciste tu ayuda. Hiciste uso de un poderoso conjunto de valores: fuiste sensible con respecto a tu prójimo, le mostraste tu disposición a ayudarlo para recuperar su bienestar.

La compasión y tú

La bondad es una disposición de la inteligencia y los afectos para buscar el bien y el desarrollo de los demás. Mientras la compasión consiste en ayudar a quienes viven situaciones difíciles para evitar su sufrimiento, la comprensión nos permite entenderlos. Esas ideas se relacionan con un firme sentido del compromiso: no se trata sólo de dar palmadas al hombro y desentendernos de los problemas ajenos, sino de ejercer un conjunto continuo de acciones en bien de los demás, aun cuando no obtengamos más beneficio que el gusto de ayudarlos. La solidaridad culmina el proceso en un horizonte mucho más amplio: muchas personas se unen para apoyar a quienes apenas conocen, pero saben que sufren.

El antivalor y sus riesgos

La indiferencia con respecto a los demás reduce la posibilidad de establecer vínculos estrechos y de recibir ayuda al necesitarla. En muchas ocasiones termina por deteriorar nuestra propia calidad de vida.

Larvas y mariposas

La bondad es la manifestación de las mayores cualidades que pueden alcanzar un hombre y una mujer: sentimientos nobles, inteligencia para comprender a los demás y capacidad de ayuda. Sirviendo a los otros, llevan a la máxima altura su potencial como humanos.
En el otro lado se encuentran las personas indiferentes, aquellas que son insensibles a lo que ocurre a quienes las rodean. Junto a ellas se sitúan las que permanecen en el reino de las buenas intenciones y no deciden actuar. Pero en el verdadero extremo contrario están las personas malas que, en vez de promover el florecimiento de los demás, buscan la manera de impedirlo y efectúan acciones con ese propósito. Ocasionalmente triunfan, pero es sólo en la superficie: en el fondo están derrotadas porque su corazón ya no les habla. Construyendo el perjuicio de los demás crearon el propio, optaron por ser larvas y renunciaron a transformarse en mariposas.
Más allá de los resultados prácticos, los buenos siempre triunfan por su actitud, por la claridad de pensamientos e intenciones.

Conoce a

El pobre de Asís

Francisco de Asís (1182-1226) nació en Asís, Italia.
Era hijo de un riquísimo comerciante de telas. De pequeño recibió una excelente educación, fue gran aficionado a la lectura y hablaba diferentes lenguas. No aprobaba el excesivo interés por el dinero que manifestaba su padre y renunció a continuar el negocio familiar. Se propuso cuidar a los leprosos que vivían en un hospital cerca de su pueblo natal y restaurar una iglesia en ruinas. Su padre se molestó por esa vocación, lo castigó y le quitó toda clase de ayuda material, pero no logró doblegar sus buenas intenciones. Francisco devolvió hasta su ropa; vestido con harapos y descalzo, fundó un grupo de personas dedicadas al trabajo manual, el servicio a los demás y la protección de los animales. Convencido de la religión católica se dedicó a predicar sus principios. Sin embargo, conoció las necesidades y ayudó a quienes tenían una religión distinta difundiendo siempre los valores de la humildad, la sencillez y la armonía entre los seres que forman el mundo.

El origen de la Cruz Roja

El 24 de junio de 1859 en Solferino, Italia, se enfrentaron las tropas francesas con el ejército austriaco para obtener el control del territorio. El combate fue de una violencia extrema: en unas horas produjo 6,000 muertos y 40,000 heridos. No había ambulancias, médicos ni material para curarlos. El ciudadano suizo Jean Henri Dunant (1828-1910) atendió a algunos enfermos. Impresionado por los hechos, en 1862 publicó el libro Un recuerdo de Solferino, donde llamaba a establecer un servicio médico internacional y neutral para actuar en situaciones así. Su solicitud tuvo gran eco: en 1864 se fundó la Cruz Roja, la organización de ayuda humanitaria más importante del mundo.

La bondad se relaciona con

-Paz interior, porque cuando cultivo la serenidad soy capaz de salir al otro, soy capaz de pensar en sus necesidades
-Generosidad ya que me doy al otro
-Entrega, un distintivo de entregarse a otro es saber poner sus necesidades como mías


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